lunes, 7 de junio de 2010

¿Aprendemos desde el infierno?



La habitación en la que me encuentro apesta a tabaco, si alguien intenta penetrar en ella se encontraría como en un pantano, pútrido y horripilante. La poca discrepancia entre mi habitación y el pantano es árboles por plantas en estado de sock, aguas oscuras por latas de cocacola desparramadas en el suelo, y niebla por humo de cigarrillos enmiscuidos en incienso, creando un ambiente de lo más como diría, repelente.

El verano estaba por llegar, y que más me da, en invierno frío como un pajarito en la nevera, y en verano calor como un pollito en el microondas, que más da. El sudor salía de mis poros como el agua que escupe un grifo. No tengo ganas de contar más continua.

El chico era inteligente, brillante, sacaba buenas notas, esa era otra época, que bien se sentía cuando su nota media era un 9, brillante! su perro estaba orgulloso de él, como si este pudiese comunicarse con la mente. Claro está tanto años juntos, mirándose, pensandose. Algunos lo llaman mascotas, llamarlas hermanos quedaría feo aunque él así lo hacía.

Había estudiado en una de las universidades de mayor prestigio nacional con la intención de tener un futuro brillante e inigualable, con el terrible error de no haber aprendido algo importante en la vida.

La ceniza caía al suelo, aquello parecía un volcán en erupción años atrás, todo cubierto ceniza.Los días pasaban para él y como tal maniqui con ojos animados fuera observaba el monitor del ordenador, con la esperanza de que le aportara algo nuevo.

El móvil sonaba escandalosamente en el tuburio de habitación:

-Shutther:Si, digame

-Voz:Hola, es usted el señor Sutther

-Shutther:Si, soy yo, ¿que desea?

-Voz: Señor shutter, mi nombre es Fran, soy el encargado de gestión de morosos de River Bank, me pongo en contacto con usted para comunicarle...(De tener ojos podríamos ver como el móvil vuela de una parte a otra de la habitación).

-Voz:¿Oiga? (No contesta)

Shutther estaba cansado de tanta llamadita de ese tipo de gente, las deudas le estaban comiendo por dentro, quedarse sin empleo era lo peor que le podría haber ocurrido.

Años atrás gozó de la vida caprichosa de una persona con riqueza con la diferencia de que el no la tenía. Trabajo desde que se licenció como agente de Bolsa, un buen trabajador, en esa época los mercados estaban al alza, mucho dinero correteando de un bolsillo a otro, el mercado de corros era la pista de atletismo del dinero.

Reción licenciado Shutter ingresó un una las mejores compañías de inversión la cual le permitía tener un nivel de vida alto, comenzó por comprarse el coche que siempre deseo. Según él se lo merecía, Un Clk en toda regla, era el coche de sus sueños. Tan solo tuvo que echar una firmita y con cómodas cuotas se pagaría.

No satisfecho con lo que tenía y sus comisiones disparándose no se le ocurrió mejor idea que comprarse una casa grande, como la del presi, siempre quiso tener una igual. Contrato al mejor arquitecto de la ciudad y trazó ese plano tan al detalle, colores a juego. Todo un lujo. Lo hizo de menera semejante al vehículo, Pequeña entrada y cómodos plazos.

Ocurrió lo que se podría esperar, el barrio al que se mudó era un lugar con familias de patrimonios consolidados, como algunos dirían, "Con gente de dinero". No se lo imaginaba y se encontró con Ferraris, Lambos, hummers, y casas que hacían sombra a su nuevo hogar. El principio Shutter no lo tuvo en cuenta, sin embargo con el paso de los días la envidia le corroía como lo haría una buena cantidad de ácido en una tubería oxidada.

Inmediatamente habló con su supervisor en el puesto de trabajo y le solicito un aumento de horarios y posibilidad de apalancar inversiones de manera que pueda obtener mayores rentabilidades para sus activos, por lo que podría ganar mas dinero. Al cabo de una semana se le concedió con la advertencia de controlar rigurosamente esas inversiones ya que de irsele de las manos el patrimonio de miles de clientes estaría en juego de manera que se le pondría de patitas en la calle.

El lector puede tener una idea de lo que le ocurrió a sutther.

Ahora era epoca de crisis, no había trabajo, la política fiscal era muy estrecha, afectando a los ciudadanos de la clase baja. Shutther estaba muy afectado por sus errores, había perdido todo, el coche la casa, todos los lujos. Él supo que no era el momento de tener todo aquello, que era demasiado pronto, que ser inteligente no servía, ni sacar las mejores notas,había algo más importante, la inteligencia emocional, no dejarse llevar por las emociones, ser adulto en en toda regla en lo profesional y en lo que de dinero tratase. Se puede ser infantil cuando se está de fiesta o cuando se disfruta de un domingo en familia, para nada más.

A Shutther le quedaba un ápice de esperanza en la vida. Hacía algunos años conocío a una mujer, estuvieron juntos un tiempo, pero no funcionó, sin embargo ambos habían creado algo, o más bien alguien, un hijo.

Por ello quería hacer todo lo posible para que este niño, bautizado Molvic pudiera aprender de los errores de su padre, sin él la vida para Sutther no tendría sentido, no le quedaba nada en el mundo, ni esperanza, ni libertad, ni empleo, ni amigos (Estos le dejaron cuando empezó a ir la cosa mal).

Molvic tenía tres años...

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